En primer lugar, es importante evaluar el concepto Open Government, así como su significado, que ha sido objeto de debate en los últimos tiempos. El concepto de Gobierno Abierto se sustenta en tres pilares básicos: la Transparencia, la Colaboración y la Participación. Para delimitar el significado de cada uno de estos aspectos, nos podemos basar en las definiciones que se encuentran en el Memorando sobre Transparencia y Gobierno Abierto que el Presidente de EEUU, Barack OBAMA, promulgó el 21 de enero de 2009:

El Open Government no es una tecnología en sí mismo, sino la visión estratégica de cómo podemos aplicar las nuevas tecnologías a la esfera política, para fortalecer estos tres pilares de la Democracia. “Se trata de coordinar con un sentido estratégico, se trata de coordinar para avanzar en determinada dirección, para promover determinados resultados de la acción pública en su conjunto, y no sólo de cada una de sus parcelas sectoriales o institucionales. Y el proceso mediante el cual se alcanza o se define ese sentido estratégico esa dirección en que la que la sociedad pretende marchar, es un proceso eminentemente político”. (GARNIER, 1999)

Una definición de gobierno abierto puede ser la que nos aportan Cesar CALDERÓN y Sebastián LORENZO cuando dicen “en esencia nos estamos refiriendo a una evolución de nuestro sistema democrático de convivencia y valores basada en el establecimiento de mecanismos para la transparencia de los gobiernos así como de espacios permanentes de colaboración y participación de los ciudadanos más allá del ejercicio de derecho de sufragio cada cuatro años. Hablamos, pues, de saltar desde nuestro viejo modelo de democracia representativa a un modelo de democracia conversacional y abierta aprovechando las posibilidades que proporcionan las TIC a los ciudadanos de participar en los procesos de toma de decisiones de los gobiernos más allá del ya mencionado ejercicio del derecho de sufragio o de la participación en organizaciones sociales tradicionales. Un Gobierno Abierto es aquel que entabla una constante conversación con los ciudadanos, con el fin de oír lo que ellos dicen y solicitan, que toma decisiones basadas en sus necesidades y preferencias, que facilita la colaboración de los ciudadanos y funcionarios en el desarrollo de los servicios que presta y que comunica todo lo que decide y hace de forma abierta y transparente ̈. (Calderón, Lorenzo 2010)

En definitiva, “Open Government permite reforzar la confianza ciudadana en sus representantes y en sus instituciones estatales, profundizar la democracia y volver más eficaz y eficiente el accionar de la Administración pública. La tecnología permite simplificar el acceso a la información, controlar más adecuadamente el desempeño de los gobiernos y participar cotidianamente de las cuestiones que nos conciernen a todos los miembros de la sociedad. De esta manera, es posible encontrar en las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación una herramienta fundamental en el siempre difícil pero imprescindible objetivo de mejorar la calidad de nuestras instituciones democráticas”. (Abal Medina, 2010)

Para clarificar términos y no llevarnos a confusión, podemos decir que no es lo mismo el e-Governmet que el Open Govermentel primero es el equivalente a la e-administración, o administración electrónica, mientras que en el segundo hablamos de un cambio de paradigma, de un replanteamiento de la administración y el Gobierno, y sobre todo, de su nueva forma de relacionarse con los ciudadanos a través de nuevas herramientas tecnológicas.

El Gobierno Abierto integra una evolución de nuestro sistema democrático, e instrumentaliza fórmulas para que las demandas, propuestas y peticiones de los ciudadanos, sean escuchadas por los representantes electos, y que estos a su vez, las tengan en cuenta en el proceso de toma de decisiones. Por lo que estamos hablando de un gran avance hacia la Democracia Deliberativa. De hecho, algunos autores en la actualidad se refieren al Open Government en términos de Democracia Conversacional y participativa. Está claro, que existen importantes conexiones entre la Democracia Deliberativa y el Ogov, pudiendo configurarse este tipo de Democracia, como el soporte ideológico y teórico del incipiente Open Government.

Una vez tenemos claro, que es el Open Government, la principal cuestión es determinar el Cómo y Cuales son las herramientas adecuadas para hacer posible la participación y colaboración ciudadana.

Para ello, podemos hacer referencia al reciente artículo del Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Ignacio Criado, cuyo título es ̈ Open government, social media y sector público. Las administraciones públicas en la era de las redes sociales digitales ̈, en este artículo en profesor hace una magnífica exposición de los fundamentos del Open Goverment y las Redes sociales en el entorno público. Concretamente, y en cuanto a Ogov se refiere nos cita varios ejemplos nacionales e Internacionales: el Portal data.gov  que es un claro ejemplo Open data; en la misma línea a nivel nacional la web data.gob.es ; otros como http://www.wheredidmytaxgo.co.uk/ o http://flyontime.us/ en la línea filosófica del open government; y un portal Ogov creado por el Gobierno Vasco denominado Irekia, que será objeto de nuestro análisis posteriormente.(Criado,2012)

Pues bien, estos son algunos modelos de experiencias Ogov por parte de la iniciativa pública, otros ejemplos son los siguientes: Buenos Aires Data, es un portal donde se pone a disposición de los ciudadanos bases de datos de carácter público; la Web 2.0 del Gobierno de Cartilla La Mancha , que incorpora un modulo de transparencia, otro de participación para propuestas ciudadanas, y por último, un módulo Open Data; la plataforma del Gobierno Abierto de la comunidad Murciana ; el portal Ogov de la Generalitat Catalana,; y también podemos destacar al Ayuntamiento de Quart de Poblet, como ejemplo municipal que ha creado una oficina virtual, así como una concejalía de Gobierno abierto, dirigida por el concejal Juan Medina, cuyo objetivo es, citando a la propia web ̈ profundizar en la interrelación con la ciudadanía creando una comunicación permanente, transparente y bidireccional, aprovechando fundamentalmente las posibilidades de intervenir en la vida pública y en la toma de decisiones, que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) proporcionan a los vecinos y las vecinas, no sólo a nivel colectivo sino también de forma individual ̈  .

Si analizamos estas iniciativas, la primera conclusión a la que podemos llegar, es que no existe una forma consensuada de implementación de estrategias Open Government en el marco de la administración y la gestión pública; que cada institución u organización utiliza los recursos que tiene a su alcance, para desarrollar herramientas para la comunicación y la participación ciudadana, y que lo hace siguiendo criterios propios.

El Open Government, hoy en día, carece de: una metodología y una praxis definida, que nos muestre el camino a seguir, que nos guíe en la forma de integrar la opinión de los ciudadanos en los procesos decisorios, que nos ayude a incrementar la participación ciudadana; una metodología que integre la tecnología necesaria para hacerlo viable; una cultura social y política que nos permita entender este cambio y que facilite su implementación; y como no, un marco jurídico que legitime estos procedimientos. Estas son las líneas en las que tienen que trabajar conjuntamente, ciudadanos, sociedad civil, Gobiernos y Administraciones Públicas, tanto a nivel nacional como internacional.

En este sentido y para cubrir el vacío cognitivo existente, la organización Open Goverment Parnertship compuesta por 57 países en este momento, redactó la ̈Declaración del Gobierno Abierto ̈ el 20 de Septiembre de 2011, que fue firmada por: Brasil, Indonesia, México, Noruega, Filipinas, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos. Esta organización Internacional trata de consensuar las bases que den sustento al Open Government, tanto en cuanto a cuestiones tecnológicas y de operatibilidad, como a cuestiones metodológicas, políticas y sociales. Este grupo de expertos en la materia, se reúne asiduamente en diferentes foros y ciudades del mundo para consensuar avances en la materia, y crear un marco común de desarrollo. El próximo encuentro será el National ‘Open Government Camp’ en Dinamarca el 25 de Septiembre de este mismo año. Además están trabajando conjuntamente en el OGEP, Open Government Estrategic Plan, que se prevé estará terminado en Agosto de 2014.

En cuanto al marco jurídico se refiere, es conveniente resaltar que numerosos gobiernos han generado el marco legal propiciatorio para el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. En España, el primer paso en firme en lo que se refiere al Gobierno Abierto, lo constituye el proyecto de Ley de Transparencia, dividido en tres grandes capítulos: Transparencia de la actividad pública; Derecho de acceso a la información Pública (Open Data); y Buen Gobierno. También son destacables los desarrollos autonómicos derivados de la ley de transparencia: Como por ejemplo, la Ley de transparencia y Buen Gobierno del País Vasco; y otras que están en fase de elaboración como la Ley de Transparencia Catalana.

En el plano internacional 90 países cuentan con Ley de transparencia hasta marzo de 2012, mes en que aparece el anteproyecto de ley en España. Aunque bien es cierto, estas leyes divergen sustancialmente de unos países a otros, y muy pocas incorporan avances en materia de transparencia, En Europa solo Malta, Luxemburgo y Chipre carecen de regulación. No cabe duda, que la normalización legislativa en este ámbito es un paso adelante hacía la legitimación de los procesos de gobierno abierto (TVE, 2012).

Ya hemos analizado en parte la iniciativa pública, ahora la pregunta es, ¿Cual es el papel de los ciudadanos en este proceso? ¿Todas las plataformas Open Government 2.0 provienen del Sector Público? La respuesta a la primera pregunta es muy clara, los ciudadanos tienen el papel protagonista, la ciudadanía debe participar en el diseño y en la implementación de estas plataformas, para hacerlas suyas. Con respecto a la segunda pregunta, hemos de decir que existen plataformas que siguen la filosofía Open government, construidas sobre arquitecturas gráficas de Web 2.0., y acciones a través de redes sociales, que nacen de la iniciativa privada, para dar respuesta a las numerosas demandas sociales existentes en la actualidad.

Un ejemplo claro del primer tipo, es la página Actuable, que recientemente ha sido absorbida por Change.org, plataforma internacional de ¨participación ciudadana online, que permite a cualquier persona en cualquier lugar, iniciar peticiones, sumar fuerzas y ganar campañas para cambiar el mundo ̈. En definitiva, un portal para que el ciudadano alce su voz y dirija sus propuesta a cualquier Institución pública o privada, y además puede sumar esfuerzos con todos las personas que estén de acuerdo con la iniciativa, su filosofía ̈la unión hace la fuerza ̈. Algunas de sus victorias más destacadas son: Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, retira la aplicación para alertar sobre mendigos con 53.833 Firmantes en agosto 2012; Gallardón: nadie debe vivir entre ratas, con 6.328 Firmantes en mayo 2011, y otros ejemplos que se pueden consultar el la web.

Como se puede observar en la relevancia de los datos, las iniciativas privadas tienen una gran aceptación por parte de los ciudadanos, son vistas como más cercanas, con un marcado carácter reivindicativo y neutral. Esto las convierte en soportes con alto grado de participación, que ofrecen confianza y seguridad, podemos encuadrarlas como iniciativas Open Goverment desde la sociedad civil, o Sociedad Civil Digital. Entendemos por tal, una sociedad que se informa, participa y se moviliza a través de soportes digitales.

Pues bien, resumiendo este apartado, cuando hablamos de Open government, nos referimos a una forma de hacer las cosas, una filosofía y una metodología procedimental, que transforma el actual paradigma democrático, ̈una nueva manera de aproximarse a los ciudadanos, una revolución en la forma de utilizar la información de las administraciones públicas o, incluso, una plataforma en la que los ciudadanos se convierten en los verdaderos protagonistas de la democracia ̈ (Criado, 2012).

Juan Manuel Roa

Politólogo

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