En los último tiempos,  Gobiernos y administraciones públicas han sufrido una auténtica transformación a través de la implementación de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Desde la aparición de la informática hasta la llegada de las tecnologías sociales y la comunicación 2.0, las ciudadanos han visto  mejorar el acceso a la información pública y la prestación de servicios por parte de la administración.

Con las tecnologías en movilidad, la fuerte penetración de los dispositivos móviles, el incremento del acceso a internet a través de tablets y Smartphones, y el cada vez más extendido uso de aplicaciones (ios-Android) tal y como indican los últimos estudios e investigaciones, no cabe duda que gobiernos y administraciones públicas se enfrentan a un enorme reto, que no es otro, que la prestación de servicios en movilidad, y la implementación de tecnologías móviles en las diferentes capas de interacción con el ciudadano.

Muchos investigadores catalogan al M-government como una evolución del e-government, otras teorías lo evalúan como una nueva dimensión de gobierno que complementa la anterior.  Esta segunda opción, cobra mayor fuerza y protagonismo en el momento en que las tecnologías móviles aportan sustanciales ventajas comparativas frente a tecnologías más convencionales.

El M-Government nace íntimamente ligado a la mensajería SMS provocando toda una revolución en la forma de interaccionar con usuarios y actores sociales de toda índole (partes metereológicos, situaciones de emergencia, confirmación de pagos, avisos y comunicados públicos, comunicación política, etc), son muchos los ejemplos que podemos encontrar en todo el panorama internacional. Esta tecnología SMS, se ha visto eclipsada con el desarrollo de las aplicaciones móviles, que aportan un enorme valor añadido en todas sus dimensiones (comunicación bidireccional en tiempo real, contenidos audiovisuales, múltiples usuarios, alta viralidad, coworking, etc).

Es por ello que gobiernos y administraciones públicas de todo el mundo disputan una carrera contra reloj para la implementación y el desarrollo del M-Government. Que se convierte en una auténtica necesidad para incrementar los niveles de eficiencia y utilidad pública, así como otros elementos cualitativos de nuestras democracias, tan importantes en la actualidad, como la transparencia, participación y colaboración pública, ejes y pilares del Open Government.

Sin duda, las tecnologías moviles pueden dotar al sistema de una mayor visibilidad y utilidad pública, potenciar el acceso a la información, fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas, y establecer mecanismos de trasnparencia y participación en tiempo real, uno de los grandes retos del gobierno abierto.

No podemos obviar, la necesidad de encuadrar estas actuaciones dentro del marco estratégico de acción de cada institución, administración u organismo público, ya que la implementación tecnológica no es un elemento inconexo e independiente, sino que debe formar parte del todo, debe cohesionarse con el plan estratégico general,  y encuadrarse como elemento vertebrador y cohesionador del sistema político-administrativo y social de cualquier ente público.

Grandes avances nos esperan respecto al M-Government. Debemos  estar preparados para medir su impacto, y aplicar sus virtudes y potencialidades para construir entornos públicos que sirvan más eficientemente a los intereses ciudadanos, y doten al sistema de una mayor visibilidad y transparencia, así como potencien el modelo de Gobierno Abierto.

Juanma Roa @juanmagroa

Politólogo

www.govermentia.com